A los que sin méritos acceden al poder, Aduciendo ser grandes letrados del saber, Cuando ni huellas ni camino han trazado, Solo facciones de embuste han creado, Ejerciendo sin capacidad de decisión, Como marionetas repiten la oración, Acaso tu eres uno de aquellos, Que creen que el fin justifica los medios, Son el cáncer del sistema simples plebeyos, Pseudos amigos de la verdad y la transparencia, Que han hecho su riqueza a costa de la pobreza, Meros intermediarios del dolor, Que del dalmore conocen bien el sabor, Y a la mínima persecución por sus pecados, Esparcen veneno a sus conminados, Y qué decir de los de a pie, Que sin culpa quedan salpicados, Y en nombre del gran señor son apresados, Mientras huyen a su palacio de poder, A sus mil paredes de oro y placer, Creyendo ser intocables por sus delitos, Dejando sin argumento a la lenta historia, Que convierte a la injusticia en simples mitos, Engañando viven a la creyente franqueza, Vociferando palabras con ligereza, Su conciencia no contiene ni mínima pureza, Sus dominios de terror se han expandido, El valor por la igualdad han perdido, Preparados deben estar el momento se acerca, Pues de sus excesos el infinito les pedirá cuentas, Hasta para su ejecución ya se agotaron las preventas No hay vuelta atrás la piedad ya ni se lamenta.
